Los primeros pasos siempre son difíciles, pero no por ello hay que esconder aquellas imágenes. A continuación voy a escribir una serie de post para airear esas primeras fotos que siempre quedan escondidas.
La fotografía siempre me ha gustado, aun tengo un montón de fotos mal reveladas del taller de revelado que teníamos en la facultad de matemáticas de la UCM. Cuando me enteré de que había una disciplina llamada astrofotografía me emocioné. Mucho. Luego, lo piensas bien y te das cuenta de que esa ilusión la tienes que dejar para cuando tengas trabajo ya que una reflex digital o un telescopio es impensable cuando estás estudiando.
Años después, efectivamente con mis primeros ingresos, me había podido comprar mi primer telescopio (Montura NEQ5 con motores y tubo newton 8″). Esas navidades de 2014-2015 pasaba muy cerca el cometa c/2014 q2 (Lovejoy). Este cometa era visible a simpe vista en cielos muy oscuros y obviamente visible al telescopio. Sin embargo fue una decepción muy grande para mi ver el cometa y no apreciar la cola. Fallo de novato, los objetos tenues (como la cola de un cometa) cuanto más los amplias menos posibilidades tienes de verlos.
La solución pasaba por la astrofotografía. Nuestros ojos solo pueden captar la luz del cometa en un instante sin embargo con la fotografía puedes capturar una imagen de larga exposición y acumular la luz. Así lo hice, me regalé por reyes la cámara reflex más barata de segundamano y en cuanto se despejó hice mi primera astrofoto.
Se intuía la cola, un éxito. Después de unos años trasteando en el campo con telescopios cámaras y ordenadores no me cuesta reconocer que la foto es mala. Pero es la primera y eso la hace especial.
Quien crea que no es mala puede ver aquí una buena.